Fué extraño para mi, verme en tu cama desnudo, boca abajo y con los ojos cerrados. Eso era almenos lo que me ordenaste y para colmo, no se te ocurrió otra cosa que atarme las manos al cabecero con tus medias.
Todo aquello era raro, al menos hasta salistes de la cocina con un recipiente de aceite perfumado. Parecia de argán. lo cierto es que desprendía un olor muy agradable. Te desnudaste, te acercaste a mi y empezaste a untarme el cuerpo con ese aceite. La impresión fué muy agradable. Sentir la temperatura del aceite en mi espald, el roce de las yemas de tus dedos, la música que sonaba de fondo y la mezcla de olores, velas y flores secas que rodeaban la habitación.
Empezaste por mis piernas, masajeabas mi cuerpo con el unguento y tus manos siempre se dejaban ir un poco mas allá. Tus dedos timidamente tocaban mi culo y a veces se perdían por entre mis piernas. Que goce tan maravilloso. dejaste caer desde tu mano mas aceite y fue tu cuerpo el encargado de esparcirlo por mi cuerpo. Sentía tus pezones haciendo acto de presencia, tu pelo acariciaba mi espalda, tu sexo se perfumaba tambien con el aceite de mi espalda.Yo quería volverme pero tus amarra eran demasiado fuertes. Te gustaba tocarme y a mi que me tocases. Senti como tus dedos me tocaban lo mas intimo de mi. Mis testiculos estaban duros y no fué nada dificil que introdujeses un dedo dentro de mi. Primero uno.... y luego otro. Pasaste varios minutos suspirando en mi nuca con tus dedos perdidos y tu cuerpo pegado al mio.
Me desataste y me pediste que me diese la vuelta. Seguiste untandome aceite por el pecho pero esta vez te subistes encima. Que placer ver tu sexo encima de mi. Masajeaste mi polla con tus manos, estaba erecta como un tronco y tu la manoseabas mirandome a los ojos y mordiendote tus labios. Te penetraste muy facil con tanto aceite y tu cabeza se echó hacia atras cuando mi glande alcanzó lo mas profundo de ti. Cabalgabas la polla mientras yo tocaba tus labios y tu los chupabas a semejanza de otra verga. aumentaste el ritmo y no pude remediar que mi semen invadiese tus entrañas y a cada golpeo de caderas que me dabas, se saliese mezclandose con el aceite, tu enloqueciste por momentos, cabalgaste mas rapido, mordiste mi cuello, arañaste mi pecho, me insultaste una y otra vez mientras yo palmeaba tu culo y explotaste en un orgasmo lleno de lujuria jadeos
Exaustos, permanecimos un buen rato tan y como habíamos llegado al climax, hasta que mi verga se salió de ti.
Un beso
