domingo, 9 de septiembre de 2018

Shhhhhhhuuuuuuuussss









Te imaginé en el campo, desnuda, con tu bragas en las rodillas, rodeada de girasoles, inclinada hacia mi, mirándome fijamente a los ojos, mordisqueándote los labios, hambrienta de sexo, mientras aquel hombre también desnudo,  te penetraba una y otra vez. Te tenía sujeta por los hombros suavemente, penetrándote gustosamente sin parar, sabiendo que disfrutabas de aquella situación. Tu coño no dejaba de lubricar y a mi me encantaba ver como disfrutabas. Imaginaba el goteo de flujo en tus bragas. Con tu mano derecha sujetabas mi polla, mientras yo te masajeaba los pechos. Tus pezones estaban duros. Dios que placer poder gozar de esa situación. Tu gemías a cada embestida y empujabas hacia atrás, tratando de gozar de cada centímetro de carne dentro de ti. Me gustaba el brillo de tus ojos, los miraba y comencé a masturbarte a la vez. Gemías cada vez mas hasta que aquel hombre explotó dentro de ti, dejando salir toda su leche por entre los entresijos que quedaban entre su polla y tu coño repleto de carne. Seguí masturbándote y te corriste en mi mano gimiendo, jadeando y arañando mi pecho  a la vez que yo también me derramé delante de ti. Mi leche brotó caliente en tu mano y no dejaste nada dentro. Masajeaste mis huevos vacíos, sonreíste y me besaste.
Exhausto, abrí los ojos y me  dejé dormir, degustando los placeres de haber podido imaginarte así algún día y con la pena de que aquella fantasía fuese solo eso, una fantasía.
Shuuuuuuuussss, buenas noches princesa











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